El Ministerio de Trabajo de la Nación ha iniciado, hace ya un tiempo, una campaña para erradicar el trabajo en negro y otras formas de explotación y demás condiciones denigrantes para con los trabajadores, bajo el lema de "Por mas y mejor trabajo".
Mas allá de lo malsonante que resultan las traducciones directas del inglés, el objetivo central de la campaña es que "todo trabajador de la Argentina tenga un trabajo decente". El término "decente" aplicado a las condiciones laborales es parte de la nueva ola impulsada por los organismos internacionales, entre ellos la O.I.T., para hablar de cualquier cosa referida al trabajo asalariado salvo de la plusvalía.
Pero sucede que, en su incansable afán de llevar la justicia laboral hasta el último de los rincones de nuestra Patria, se olvidaron de mirar dentro de su propia casa: en el propio Ministerio de Trabajo sigue habiendo trabajadores contratados bajo regímenes de "Contratos de Locación de Obra" o sea, "contratos basura" y otras formas mas cercanas a la formalidad laboral ( o sea, a un régimen de Relación de Dependencia ) pero que siguen siendo tan precarios en cuanto a su necesidad de renovación periódica de acuerdo a la voluntad de las autoridades de turno, etc.
Es necesario aclarar que no se trata de "Contratos de Privilegio" que justifiquen su carácter excepcional ya sea por las tareas a realizar o por las características particularísimas del contratado, sino que se trata de personal que realiza tareas habituales y de práctica para el personal de planta.
Inspectores Laborales enviados a la calle a verificar aportes patronales que no pertenecían de derecho pleno a la planta del Ministerio de Trabajo, personal que realizaba recolecciónde información laboral y que salía a la calle sin cobrar viáticos, ni tener una cobertura de seguro, y mucho menos aportes jubilatorios, cadetes y ordenanzas que facturaban como monotributistas, todas estas situaciones atestiguan la pervivencia de las formas mas perversas de explotación y menoscabo de la dignidad de los trabajadores: la de no ser considerados como "trabajadores".
Esa situación es validada de hecho por el sindicato de estatales reconocido por el Gobierno Nacional, o sea UPCN, los que firmaron a libro cerrado un irrisorio aumento del 19.5 % a ser pagado en 2 cuotas NO SUCESIVAS. Mientras escribo estas líneas, bien podría estar en el Estadio Luna Park celebrando junto a ellos y a la Primer Mandataria la inauguración de las obras de remodelación que la Obra Social de UPCN, que lleva el coqueto no nombre de "Accord Salud", realizó en su Sede Sanatorial de Barrio Norte. Es posible que el hecho de que cuando un trabajador solicita médico para que le sea extendido un justificativo laboral por una ausencia por motivos de salud, deba abonar un cargo por "visita médica" haya contribuído a las mejoras edilicias que motivan la fiesta: casi como el Taj Mahal, un bello edificio construído sobre el dolor de los trabajadores.
Hay que reconocer que la extensión de los "contratos basura" en la Administración Pública alcanzó su punto mas alto durante el menemato, que no fué corregida sino empeorada por la Alianza y que durante el pasado gobierno se realizaron algunos pases a "Planta Transitoria" de trabajadores precarios: pero ese proceso está detenido en la actualidad y no hay signos de que vaya a haber, ni en el corto ni en el mediano plazo, mas regularizaciones de la condición laboral de trabajadores.
Era injusto durante el menemismos, era inadmisible durante la Alianza, pero que en la actualidad esa situación continúe, con un Gobierno Nacional y Popular, con un Gobierno que reivindica las banderas de la Justicia Social, con un Gobierno Peronista, con un Gobierno que además cuenta con el suficiente patrimonio como para reparar esa injusticia histórica y dar a los trabajadores lo que se merecen, es imperdonable.
Guau. Guau.
